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Lámparas de pared: las ventajas
Entre los elementos de iluminación que son capaces de dotar de una fuerte personalidad a las estancias de la casa, los apliques destacan por su capacidad para dar vida a juegos de luz muy particulares.
Cuando se piensa en lámparas de pared, la referencia más inmediata son los apliques, con las atmósferas que consiguen recrear: de hecho, son auténticos elementos de decoración, tanto cuando tienen un estilo moderno, como el aplique de pared Roller , con su diseño ligado al famoso pop art, y cuando su estilo es clásico, como el deAgata , con sus hojas forjadas y calas de color óxido.
También existen modelos en cristal esmerilado u opaco, que se pueden combinar con apliques metálicos.
Los diferentes experimentos estilísticos que se pueden obtener gracias a los diversos materiales de las lámparas de pared derivan no solo de los materiales, sino también del diseño y el tipo de fuente de luz.
Mientras que las lámparas halógenas proporcionan una luz más bien cálida e intensa, es sobre todo con los apliques LED con los que se está seguro de obtener un ahorro energético muy elevado, acompañado además de altos índices de reproducción cromática.
Cuando se necesita obtener una luz orientable, son preferibles los apliques dotados de brazo flexible, que permiten iluminar varios puntos de un mismo ambiente de forma muy sencilla: basta con ajustar la estructura del aplique, para obtener la luz deseada.
Cuando se piensa en lámparas de pared, la referencia más inmediata son los apliques, con las atmósferas que consiguen recrear: de hecho, son auténticos elementos de decoración, tanto cuando tienen un estilo moderno, como el aplique de pared Roller , con su diseño ligado al famoso pop art, y cuando su estilo es clásico, como el deAgata , con sus hojas forjadas y calas de color óxido.
¿Qué lámparas de pared elegir?
En la amplia muestra de apliques existentes, sin duda destacan por su originalidad los llamados apliques joya, que recrean en la pared juegos de luces verdaderamente fascinantes: un ejemplo es nuestro Lucciola, un aplique joya que con sus 126 cristales consigue liberar patrones de formas y colores que son contemporáneos, sobre todo en virtud de sus geometrías.
También existen modelos en cristal esmerilado u opaco, que se pueden combinar con apliques metálicos.
Los diferentes experimentos estilísticos que se pueden obtener gracias a los diversos materiales de las lámparas de pared derivan no solo de los materiales, sino también del diseño y el tipo de fuente de luz.
Mientras que las lámparas halógenas proporcionan una luz más bien cálida e intensa, es sobre todo con los apliques LED con los que se está seguro de obtener un ahorro energético muy elevado, acompañado además de altos índices de reproducción cromática.
Cuando se necesita obtener una luz orientable, son preferibles los apliques dotados de brazo flexible, que permiten iluminar varios puntos de un mismo ambiente de forma muy sencilla: basta con ajustar la estructura del aplique, para obtener la luz deseada.
